Introducción
Entonces , ¿qué influye en nuestro comportamiento a la hora de participar en los mercados monetarios? A partir de sesgos conductuales comunes, como la falacia del jugador, el síndrome de falta de motivación y la mentalidad de rebaño, nos sumergimos en las diversas influencias que subyacen a la psicología de las finanzas conductuales, explorando por qué los participantes en el mercado monetario toman malas decisiones, y cómo evitar hacer lo mismo.
Principales conclusiones:
- En la hipótesis del mercado eficiente (HME), que implica que realizar análisis de mercado con la esperanza de descubrir activos con precios erróneos sería inútil, existen tres formas: forma débil, forma semifuerte y forma fuerte.
- El impulso es una anomalía clave del mercado que se refiere a las tendencias alcistas y bajistas en los movimientos de los precios; la negociación del impulso es una estrategia que implica la compra de ganadores recientes y la venta de perdedores recientes.
- Las tres etapas del ciclo de vida de una tendencia de precios son la infrarreacción, la sobrerreacción y el valor fundamental. Un ejemplo ilustrativo es el auge y caída del Bitcoin en 2017-2018.
- Los sesgos de comportamiento incluyen el efecto de disposición, el pastoreo, el FOMO, el anclaje y la falacia del jugador, por nombrar algunos.
La base de todo: Hipótesis del mercado eficiente (HME)
Como propuso el premio Nobel Eugene Fama, un mercado es eficiente si los precios de mercado reflejan toda la información relevante sobre los activos subyacentes. En tal caso, el precio de mercado es siempre idéntico al valor fundamental. Si las noticias afectan a los fundamentales, los precios deben ajustarse inmediatamente para tener en cuenta la nueva información.
La hipótesis del mercado eficiente (HME ) puede clasificarse en tres formas:
1. Forma débil: Los precios pasados no contienen ninguna información sobre los precios futuros.
La forma débil implica que cualquier esfuerzo de análisis técnico para predecir el movimiento de los precios sería en vano.
2. Forma semifuerte: Los precios resumen con exactitud toda la información conocida públicamente.
Esto implica que es imposible obtener beneficios a partir del estudio de cualquier noticia del sector o análisis de mercado sobre criptomonedas disponibles públicamente, ya que los precios de los tokens reflejan toda la información conocida públicamente.
3. Forma fuerte: Los precios reflejan toda la información privilegiada y la información conocida públicamente.
La forma fuerte indica que incluso la denominada información “privilegiada” ya se incorpora a los precios. Si los mercados financieros son tan perfectamente eficientes como describe la HME, entonces implica que realizar análisis de mercado con la esperanza de descubrir activos con precios erróneos sería inútil.
Sin embargo, la realidad es mucho más compleja que esta hipótesis.
Las cosas siempre cambian: La importancia del impulso y el valor
Una anomalía clave del mercado que refuta la HME es el impulso observado en los precios de mercado. El impulso se refiere a las tendencias alcistas y bajistas en los movimientos de los precios: los precios al alza siguen subiendo, mientras que los precios a la baja siguen bajando.
Esta proposición rechaza la forma débil de la HME, ya que apoya la idea de una correlación entre los precios futuros y los precios actuales. Las operaciones de impulso son una estrategia basada en esta anomalía y consisten en comprar los últimos ganadores y vender los últimos perdedores. Numerosos estudios han confirmado la persistencia del impulso en diversos mercados y clases de activos. Las investigaciones también demuestran que la rentabilidad actual del Bitcoin puede predecir su rentabilidad días y semanas después.
¿Cómo explicar la existencia de momentum en los precios de mercado? Los economistas han intentado explicar el impulso con la “infrarreacción” y la “sobrerreacción” de los mercados.
El ciclo de vida de una tendencia de precios suele constar de tres etapas. Aquí suponemos que hay dos grupos de participantes en el mercado: los observadores de noticias, que sólo reaccionan a las noticias, y los operadores de impulso, cuyas operaciones se basan únicamente en las variaciones de precios pasadas.
Etapa 1: Cuando una buena noticia se difunde gradualmente en un grupo de observadores de noticias, éstos empiezan a comprar la buena noticia. El activo tiene ahora un valor fundamental más alto debido a la evolución positiva. Los observadores de noticias son inversores en valor que intentan beneficiarse de la diferencia entre el nuevo valor fundamental y el precio de cotización actual. Inicialmente, el precio se mantiene estable debido a la escasa reacción de los participantes en el mercado, pero sube lentamente para reflejar la información más reciente. Esta falta de reacción puede deberse a los prejuicios de comportamiento de los seres humanos.
Etapa 2: Los operadores se percatan de la lenta tendencia alcista y compran sobre ella, haciendo subir el impulso. A medida que más operadores se unen a la fiesta (por ejemplo, quizás debido a la mentalidad de rebaño), el precio se dispara por encima del valor fundamental del activo, lo que provoca una sobrerreacción retardada .
Etapa 3: Cuando el mercado comprende plenamente la noticia, la tendencia alcista se invierte y el precio converge finalmente al valor fundamental.
Si el impulso es fuerte, puede formarse una burbuja especulativa y los precios podrían desplomarse después. El auge y caída de Bitcoin en 2017-2018 es un ejemplo ilustrativo. A medida que el público comprendía mejor el potencial futuro de la criptomoneda y el blockchain, el precio del Bitcoin subió para reflejar los fundamentos(fase 1). A continuación, más operadores compraron Bitcoin y aumentaron el impulso(fase 2). El precio de Bitcoin sobrepasó su valor fundamental y el mercado empezó a conocer mejor los riesgos y limitaciones del activo. El miedo, la incertidumbre y la duda (conocidos como FUD) se extienden por el mercado. Finalmente, su precio se desplomó(fase 3).
Sesgos de comportamiento: El efecto de disposición y la teoría de las perspectivas
Dado que el mercado no es perfectamente eficiente, algunas estrategias de negociación podrían ser rentables. Sin embargo, estas estrategias no son fáciles de ejecutar. La paradoja aquí es que la irracionalidad de los seres humanos crea en parte espacio para tales beneficios, ya que generalmente creemos que podemos tomar decisiones racionales, especialmente al jugar en el mercado. Sin embargo, los descubrimientos en finanzas conductuales han demostrado que probablemente somos demasiado confiados y susceptibles a diversos sesgos.
Un fenómeno interesante es que los operadores tienden a vender sus ganancias demasiado pronto y a mantener sus pérdidas demasiado tiempo. Es lo que se denomina efecto de disposición, que explica por qué los precios tienden inicialmente a reaccionar por debajo de lo esperado antes del inicio del impulso de los precios.
La teoría de las perspectivas ofrece un marco que ilustra la psicología que subyace al efecto de disposición. Lo esencial de la teoría de las perspectivas es que los individuos suelen ser reacios al riesgo cuando se enfrentan a posibles ganancias y amantes del riesgo cuando se enfrentan a posibles pérdidas, y más sensibles al dolor de perder que a la felicidad de ganar.
Por ejemplo, supongamos que hay que elegir entre 1) un 100% de posibilidades de ganar 500 $, o 2) un 50% de probabilidades de ganar 1.000 $ y un 50% de probabilidades de ganar 0 $. Es probable que la mayoría de la gente elija la primera opción, aunque el valor esperado de las dos opciones sea exactamente el mismo. En otro ejemplo, ahora hay que elegir entre 1) una probabilidad del 100% de perder 500 dólares, o 2) un 50% de probabilidades de perder 1.000 $ y un 50% de probabilidades de perder 0 $. Muchos elegirían probablemente la segunda opción.
Algunos operadores prefieren “HODL” (comprar y mantener) criptomonedas, manteniéndose al margen de las fluctuaciones de precios a corto plazo mientras creen en el crecimiento a largo plazo de los fundamentos de la criptomoneda. Es posible que sigan haciendo HODL en caso de caída de los precios, ya que piensan que el sentimiento irracional del mercado hace que el precio se sitúe muy por debajo de su valor fundamental. Sin embargo, como ilustra la teoría de las perspectivas, es posible que se muestren reacios a realizar la pérdida.
Cuidado con la trampa: más sesgos de comportamiento
Además del efecto de disposición, las personas tienen muchos otros sesgos de comportamiento que pueden influir en sus decisiones de mercado.
1. Comportamiento de rebaño y miedo a perderse algo (FOMO)
Mucha gente se sube al carro cuando el precio de un activo se encuentra en una fuerte tendencia alcista, y la histeria empuja el precio cada vez más alto. Este “comportamiento de rebaño” está relacionado con el “miedo a perderse algo” (fear of missing out, FOMO), por el que los operadores temen perderse las oportunidades rentables y, por tanto, están ansiosos por comprar siguiendo la tendencia. Sin embargo, esta mentalidad no sólo se da en los operadores minoristas y aficionados. Los agentes institucionales, como los fondos de inversión, también han mostrado un comportamiento gregario, ya que temen que el rendimiento de sus carteras no esté a la altura de los rendimientos del mercado.
2. Sesgo confirmatorio
Por lo general, la gente tiene primero una creencia particular. Entonces tienden a buscar información que apoye su idea, lo que explica por qué a veces pueden ver los movimientos recientes de los precios como indicadores de movimientos futuros de los precios. A continuación, los operadores compran más de los activos que han ganado dinero recientemente y venden aquellos con una tendencia a la baja en el movimiento de los precios. Este comportamiento puede ser autocumplido y un factor que contribuya a aumentar el impulso de los precios.
3. Efecto de anclaje
El anclaje es un sesgo de percepción con la teoría de que las personas pueden aferrarse a la información histórica y ajustar sus puntos de vista insuficientemente a la nueva información. El anclaje es una explicación alternativa de la infrarreacción inicial en la anomalía del momento.
4. Falacia del jugador y falacia de la mano caliente
La falacia del jugador se refiere a la creencia de que la persistencia de una señal en sorteos anteriores aumenta la probabilidad de tener otra señal en el próximo sorteo. Un ejemplo sencillo es lanzar una moneda al aire y obtener diez cruzes seguidas, y pensar que saldrá cara en el siguiente lanzamiento. O, si el precio del Bitcoin ha seguido subiendo durante diez días consecutivos, cabe esperar que el precio retroceda al día siguiente.
Por el contrario, la falacia de la mano caliente es la creencia de que una secuencia mostrará una persistencia excesiva en lugar de retrocesos. Por ejemplo, supongamos que un comentarista de criptomonedas realiza una racha de predicciones correctas sobre los movimientos del mercado durante semanas. En ese caso, la gente puede pensar que se trata de un comentarista por encima de la media que seguirá haciendo predicciones correctas.
Los dos fenómenos anteriores parecen contradictorios, pero están relacionados con el mismo error estadístico: La gente tiende a suponer que lo que observa en una pequeña muestra debe ser idéntico a toda la población de la que se extrae la muestra.
La realidad es que la gente subestima la probabilidad de rachas en una muestra pequeña. En el caso del comentarista, infieren de la pequeña muestra y concluyen que la racha ganadora es una prueba fehaciente de la capacidad del comentarista para superar al mercado a largo plazo.
Conclusión
Comprender los sesgos de comportamiento es clave para tomar decisiones inteligentes en el mercado, especialmente en el mundo de las criptomonedas, donde la emoción y la exageración pueden desempeñar un papel importante en las decisiones de muchas personas. Estos conceptos pueden servirnos de recordatorio para permanecer atentos al sentimiento del mercado y a nuestros propios prejuicios a la hora de tomar decisiones.
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