Prueba de fraude

En el marco de la cadena de bloques, una prueba de fraude es un mecanismo criptográfico utilizado para detectar y demostrar actividades maliciosas o incorrectas dentro de una cadena de bloques o una solución de escalado de capa 2. Permite identificar transacciones o bloques no válidos y garantiza la detección y rectificación de cualquier comportamiento indebido si los verificadores cuestionan la validez de una transacción presentando una prueba de fraude válida.

Los usuarios, los validadores o los nodos pueden impugnar una transacción o un bloque si creen que no es válido, presentando una prueba de fraude para demostrar que se ha producido un error o una acción malintencionada. Tras la publicación de un lote de transacciones, se abre un período durante el cual se pueden presentar pruebas de fraude, y si no se presenta ninguna, el lote se considera válido.

Las pruebas de fraude mejoran la escalabilidad de las cadenas de bloques, porque acaban con la necesidad de verificar cada transacción de la cadena y confían en la comunidad para que presente pruebas únicamente cuando se detecte alguna anomalía. Este sistema reduce la carga computacional y, al mismo tiempo, preserva la seguridad.

Las pruebas de fraude son particularmente importantes en los rollups optimistas, un tipo de solución de escalado de capa 2 diseñada para aumentar el rendimiento de cadenas de bloques como Ethereum. En los rollups optimistas, las transacciones se agrupan y envían a la cadena de bloques de capa 1 (por ejemplo, Ethereum) asumiendo que las transacciones son válidas por defecto, con lo que solo se verifican si se presenta una prueba de fraude.