Web3

Web3 es la tercera versión de Internet. Se centra en la lectura, la escritura y la propiedad. Aunque esta iteración de Internet aún está en proceso de desarrollo y en constante evolución, su objetivo principal es aprovechar las tecnologías basadas en la cadena de bloques-, el aprendizaje automático (ML), los contratos inteligentes y la inteligencia artificial (AI).

A simple vista, las aplicaciones Web3 comparten similitudes con Web2, que es la versión actual de Internet que conocemos hoy en día. Sin embargo, en lugar de almacenar la información en una base de datos centralizada, las aplicaciones de Web3 y sus datos se almacenan en una cadena de bloques. A través del uso de la cadena de bloques y la tecnología relacionada, Web3 pretende arrebatar el poder a las grandes empresas tecnológicas y devolvérselo a los usuarios, que se convierten así en propietarios de una parte de la web, en lugar de ser simplemente usuarios o consumidores.

Ante las preocupaciones generalizadas sobre Web2 en relación con la prospección de datos, la vigilancia en línea, la manipulación de algoritmos, la publicidad explotadora y las prohibiciones subjetivas, muchos han buscado refugio en plataformas alternativas. Dado que no existe un nodo de control central ni un único punto de falla, los usuarios no necesitan solicitar permisos a una autoridad central para publicar algo en Web3, en línea con su idea de un internet descentralizado, sin requisitos de confianza y sin permisos.

Con la cadena de bloques como base, Web3 se compone en gran medida de conceptos descentralizados como aplicaciones descentralizadas (dApps), organizaciones autónomas descentralizadas (DAOs), finanzas descentralizadas (DeFi), tokens no fungibles (NFTs) y criptomonedas.

Los ejemplos de Web3 incluyen Bitcoin (protocolo descentralizado), Steemit (plataforma social basada en cadena de bloques), OpenSea (mercado de NFT), y Uniswap (exchage de criptomonedas descentralizado).