Cartera sin custodia
Una cartera sin custodia, también conocida como cartera de autocustodia, es una cartera digital que permite a los usuarios almacenar y administrar de forma segura sus activos digitales sin depender de un tercero. Promueve la autonomía financiera y la privacidad y ofrece una forma segura y accesible de gestionar activos digitales.
A diferencia de las carteras con custodia, que implican confiar a una entidad centralizada la custodia de los activos, las carteras sin custodia otorgan a los usuarios el control y la propiedad absolutos sobre sus fondos y les confieren seguridad sobre sus activos digitales.
Las características más destacadas de las carteras sin custodia incluyen la descentralización, la seguridad, la privacidad, el control y la compatibilidad. Al acabar con la necesidad de intermediarios, las carteras sin custodia promueven los principios de descentralización y brindan a los usuarios la oportunidad de gestionar sus finanzas aplicando técnicas criptográficas para proteger sus claves privadas y asegurarse de que solo el propietario de la cartera pueda acceder a los activos.
Las carteras sin custodia otorgan un grado mayor de privacidad, ya que los usuarios no necesitan revelar información personal a ningún tercero y mantienen el control total sobre sus fondos, pues solo ellos conservan las claves privadas necesarias para iniciar transacciones. Además, las carteras con custodia suelen ser compatibles con múltiples redes de cadenas de bloques, lo que permite a los usuarios almacenar varios tipos de activos digitales en un solo lugar.
Punto clave
Una cartera sin custodia, también conocida como cartera de autocustodia, es una cartera digital que permite a los usuarios almacenar y administrar de forma segura sus activos digitales sin depender de un tercero.
