Interoperabilidad de la cadena de bloques

La interoperabilidad de la cadena de bloques posibilita el intercambio efectivo de datos, activos y funcionalidades entre cadenas de bloques independientes. Su principal objetivo es solucionar el aislamiento de la cadena de bloques permitiendo que cadenas de bloques diferentes, cada una con sus propias arquitecturas, interactúen de manera segura y descentralizada, de modo que las aplicaciones y los usuarios no tengan que limitarse a una sola cadena, sino que puedan operar en varias redes de cadena de bloques.

Los estándares de interoperabilidad constituyen un “lenguaje” universal entre cadenas que distintas cadenas de bloques pueden adoptar. Al consensuar un formato común de comunicación e intercambio de datos, cualquier cadena de bloques participante que implemente el estándar puede enviar y recibir transacciones, tokens o mensajes entre sí.

La interoperabilidad se ha materilizado comúnmente a través de puentes, que bloquean los activos transferidos en la cadena original y acuñan tokens equivalentes en la cadena de destino a través de protocolos y middleware especializados, que formatean, verifican y transmiten datos y activos entre cadenas.

Otro modelo de interoperabilidad sigue el enfoque de “cliente ligero”, en el que cada cadena mantiene un “cliente ligero” de la otra cadena para verificar las transacciones utilizando pruebas criptográficas, lo que permite la transferencia segura de mensajes arbitrarios entre cadenas.

La interoperabilidad también puede emplear el modelo de cadena lateral y cadena de transmisión, donde cadenas independientes (cadenas laterales) se conectan a una cadena principal (cadena de transmisión) que aporta seguridad o coordinación. Las cadenas laterales pueden tener su propio consenso, pero dependen de la cadena principal para la finalidad o la resolución de conflictos.